El Observatorio Social de España (OSE) ha detectado que la pobreza infantil se ha disparado un 45% por ciento desde el inicio de la crisis en 2007, lo que ha provocado nuevos escenarios de pobreza relacionados con la malnutrición, la desescolarización y las dificultades para acceder a la sanidad.
Así lo concluye el estudio 'El impacto de la crisis en las familias y en la infancia' entre 2007 y 2009, realizado por el OSE y la Universitat Pompeu Fabra (UPF) y financiado por la Obra Social La Caixa que se ha presentado este martes en Barcelona, coincidiendo con el Día Mundial de la Infancia.
El profesor de Sociología de la UPF Sebasti Sarasa, uno de los autores, ha alertado de que la situación se ha agravado porque las políticas sociales en España no han sido reorientadas en los primeros momentos de la crisis, y continúan beneficiando a las clases medias con acciones orientadas a "cubrir mínimos".
La poca eficiencia de las transferencias para paliar la pobreza infantil ha dibujado nuevas necesidades como la malnutrición, ya que muchos niños "no tienen cena"; la dificultad de acceder a la sanidad, que afecta sobre todo a inmigrantes por la obligatoriedad del empadronamiento, y la desescolarización.
Este último factor, la desescolarización, que tiene relación con el primero, se produce, en parte, por la reducción de las becas comedor en las escuelas, que provoca que algunos menores vayan a comer a casa y muchas veces ya no vuelvan a la escuela, ha indicado la coordinadora del estudio, Mónica Clua-Losada que ha añadido que también provoca un "marcado fracaso escolar". (LEER TODO)
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