El municipio de Camariñas es uno de los más afectados de la zona por la emigración reciente (Fisterra o Vimianzo lo superan largamente en la sudamericana) a Canarias (ya poco queda) o a Suiza (ha rebrotado con fuerza). La presencia de sus trabajadores en municipios como Delémont es muy elevada, comparada por ejemplo a la de los cercedenses en Ginebra.
Según datos municipales, desde 1996, cuando comenzó la elaboración del actual padrón en toda España, cuyos datos maneja el Instituto Nacional de Estadística, se han dado de baja en el Concello 445 personas. Es cierto que algunas de ellas han regresado, pero también que bastantes han decidido tomar de nuevo el camino de regreso, o que en el último año se han marchado en gran cantidad y una parte aún no está oficialmente dada de alta. Desde el 2012, de manera oficial, 55 más, al margen de una depuración de 56 de las persona que estaban doblemente registradas. La emigración, a Suiza y a otros sitios, es uno de los factores que contribuye a que el censo de residentes baje paulatinamente. Ahora está en 5.837 personas.
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