Sin ladrillo no hay negocio.
El crac del sector de la construcción afectó de lleno a industrias como Roca, que ha visto caer sus ventas en los últimos siete años a la mitad. Para ajustar su producción, ha planteado un ERE en su planta de Santa Margarida i els Monjos (Barcelona) para concentrar la producción en Castellón, aunque ayer rebajó el número de empleados afectados de los 125 previstos inicialmente a 93, de un total de 178. (LEER TODO)
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