Resurrección y muerte.
Trece años después de que el Estado expropiara su holding empresarial para evitar una quiebra de consecuencias impredecibles, José María Ruiz Mateos recompuso su imperio bajo el nombre de Nueva Rumasa. En el 2011, y tras haber atrapado a miles de inversores, llegó el desplome del grupo, con la presentación del concurso en sus principales marcas, como Dhul y Clesa, que se salvaron tras la venta a terceros. (LEER TODO)
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