Cuando empezó el siglo XX once de cada cien españoles habitaban en Galicia. Ciento doce años después solo lo hacen 5,9. Por primera vez desde que existen registros estadísticos oficiales la población gallega ha bajado del 6 % del total del Estado, y lo hace además en un momento en que el censo de residentes ha empezado a descender en el conjunto de España, lo que remarca aún más la intensa crisis demográfica que atraviesa Galicia, que está acrecentando la pérdida de residentes que comenzó a sufrir en la presente década al bajar en el censo del 2012 un 0,5 %, cuando un año antes lo había hecho un 0,1.
En su revisión de los indicadores demográficos presentada ayer, el Instituto Galego de Estatística advierte de que el fenómeno de la pérdida de peso poblacional afecta por primera vez a las cuatro provincias. Eso sí, la despoblación de Lugo y Ourense sigue en caída libre (bajan un 0,8 y 0,9 % de su población respecto al año anterior, respectivamente) y hace que A Coruña y Pontevedra reúnan ya al 75,6 % de los residentes de la comunidad.
La consecuencia más peligrosa para el futuro inmediato de la comunidad gallega es que su índice de recambio de la población activa sea en la actualidad el más bajo de su historia. Por cada cien residentes que alcanzan la edad laboral (de 15 a 19 años) otros 151 llegan al término de la misma (60 a 64 años). En el año 2000 esa relación era todavía favorable al nuevo contingente laboral en 19 personas.
El índice de dependencia global de la población, el que compara la suma de los menores de 15 años y mayores de 65 respecto a los residentes en edad activa, no deja de crecer y llega al 52,9 %, cuando al inicio de la década pasada era cinco puntos menor. (LEER TODO)
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