Después de seis años de prohibición, las corridas de toros han vuelto ayer a ser uno de los grandes espectáculos de la televisión española. La TV pública en manos del gobierno conservador del PP vuelve a impulsar “la fiesta nacional” que afronta una batalla creciente de grupos en defensa de los animales y otros que concretamente quieren terminar con “un espectáculo bárbaro y absurdo”.
La escalada en contra de las corridas culminó con la prohibición primero en Barcelona y luego en toda Cataluña. El argumento contra la televisación es que se produce en horario de audiencia infantil.
Muchos españoles están totalmente convencidos de que el espectáculo taurino es un símbolo nacional al que consideran un arte espléndido.
Lo que envuelve al rito de la muerte de los astados está ligado hace siglos a la cultura, a la pintura más valiosa y la literatura que ha centrado en el género algunas creaciones clásicas y una multitud de costumbres y leyendas. Para apoyar a la “fiesta nacional” se evoca su poder inspirador en Goya, Picasso, Sorolla, Manet y Federico García Lorca, que la alabó como “la fiesta más culta del mundo”. (LEER TODO)
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