Los agentes dudan de la veracidad de esta versión. Fernández Castiñeiras se muestra muy poco colaborador con la investigación, igual que su esposa, María Remedios Nieto Mayo, quien a su vez ha sido detenida por el caso, junto con el hijo de ambos, Jesús Fernández Nieto.
La mujer ha asegurado en todo momento que no sabía nada ni del robo del famoso libro ni del dinero que su marido se llevó durante dos decenios de la catedral y que ella pensaba que seguía trabajando como electricista.
Estar en posesión de las llaves de la caja fuerte y de todas las estancias de la catedral dio a Manuel Fernández la posibilidad de robar de forma sistemática en la basílica compostelana. La policía ha estimado que tan solo en el 2004, un año que fue jacobeo y por ello hay más donativos en la catedral, el acusado se habría llevado 250.000 euros.
Hay que recordar que cuando se registraron los tres domicilios, garajes y trasteros de su propiedad se le intervinieron un millón de euros en un piso y otros 200.000 en otro. Una gran suma que los investigadores consideran que proviene de sus robos en metálico en la catedral y no de la posible venta de objetos históricos y de arte sustraídos también del templo. En su poder estaban además, por ejemplo, muchos libros antiguos, diez facsímiles del Códice y dos del libro de horas. (LEER MAS)
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