Trabajadores de Sermasa, la empresa encargada del control, la limpieza y el acceso a la torre de Hércules, entregaron ayer tres sacos de carbón en el Registro municipal destinados al alcalde, Carlos Negreira; al portavoz del gobierno local, Jesús Flores, y la concejala de Turismo, Luisa Cid, a los que acusan de falta de responsabilidad y consideración respecto a su conflicto laboral.
El ejecutivo municipal comunicó a Sermasa que debe dejar de prestar servicios el día 15 y la plantilla reclama que se subroguen sus puestos a la nueva concesionaria, como se hizo en anteriores ocasiones y como recoge el convenio colectivo del sector de eventos.
Antes de ir al Registro, habían intentando llevárselo en persona al alcalde, cuestión que impidió la Policía Local. Sin embargo, la salida del portavoz municipal, Jesús Flores, del palacio municipal sirvió para que le expresaran directamente sus demandas.
Marga Queijo, una de las afectadas, reclamó a Flores que nadie, del ejecutivo local, se haya puesto en contacto con ellos, pese a que existía ese compromiso. El edil escuchó sus demandas y replicó que no se podía mantener la «ilegalidad» de pagos a la empresa cuando el contrato está vencido desde junio del 2010 y, aunque explicó que entendía su preocupación, aseguró que «no somos los que hemos provocado este problema», en alusión al anterior gobierno local.
Flores dejó en manos de los servicios jurídicos la posible solución del mismo.
Por su parte, los representantes sindicales Adolfo Naya (CIG) y Alejando Expósito (UGT) insistieron en que jurídicamente no existe ningún impedimento para la subrogación de los 13 trabajadores de la Torre.
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